El pitazo final en el Gigante de Arroyitos fue una mezcla de decepción y respiro para Universidad Católica. El elenco cruzado igualó 1-1 ante Rosario Central a pesar de disputar un encuentro totalmente adverso: la UC casi no tuvo opciones de peligro.
El cuadro de Diego Cocca hizo todo el esfuerzo. Una intensidad y un sacrificio con el fin de recuperar la confianza de su público después de un año dramático. Y así se reflejó en cada minuto del partido.
Los locales encontraron los espacios suficientes en el primer tiempo para hacer daño en el arco de Matías Dituro. Primero por el sector izquierdo, después por el lado derecho, y con un Leonardo Gil muy protagonista en el mediocampo.
El volante seguido por la Roja destacó con la rapidez de sus movimientos y con los centros gracia al balón detenido que él mismo se generó. Sin embargo, la mala definición de sus atacantes y la buena actuación de Matías Dituro evitó que Central se pusiera en ventaja.
La UC, en tanto, sacó su peor cara: el mediocampo se mostró desordenado y la defensa evidenció claros momentos de inseguridad. Central los sorprendió en todo momento, y se notó.
Sin embargo, un rebote puso en ventaja a Católica cuando menos se esperaba: Fuenzalida lanzó un centro al área, el balón le rebotó a Matías Caruzzo y apareció César Fuentes para abrir el marcador con un remate potente.
El gol hizo a Cocca tomar la mejor decisión de su noche: ingresar a Fernando Zampedri mucho antes de ir al descanso. El delantero destacó e hizo sufrir en innumerables ocasiones a Católica. Sobre todo en los minutos de mayor incertidumbre para el cuadro chileno.
La UC retrasó sus líneas en el final y aguantó como pudo, pero cuando faltaban diez minutos para el final, el propio Zampedri cabeceó en el área y el balón, que rebotó en José Pedro Fuenzalida, dejó sin opción a Dituro para el 1-1.
Una mano de Luciano Aued que todo Central reclamó pudo haber amargado aún más la noche de Católica. Otros tiros que hicieron lucir a Dituro, también. Sin embargo, el árbitro desestimó lo primero y el marcador se mantuvo en empate.
Un resultado que le asegura a Católica un cupo a la Sudamericana, pero que la obliga a ganar a Gremio si es que espera avanzar a octavos de final. La última batalla será en Brasil.
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